Marruecos ha sufrido una de las peores tragedias en la carretera de los últimos años. Un total de 24 personas han fallecido después de que una furgoneta se saliera de la ruta en una curva y se precipitara por un barranco de unos 60 metros de profundidad el domingo por la mañana, según han informado fuentes de la policía marroquí. El accidente, que ha provocado también heridas muy graves en una decena de personas, tuvo lugar cerca de la aldea de Bulajaf, perteneciente a la provincia de Azilal, situada en una región montañosa de la cordillera del Atlas, en el centro del país.
De acuerdo con varios medios locales, el autocar se dirigía al mercado dominical de la localidad de Demnat por la carretera regional número 302 cuando, por razones desconocidas, el conductor perdió el control del vehículo en una curva. Dada la gravedad de las heridas de varias de las víctimas, las autoridades temen que número de muertos pueda aumentar durante las próximas horas. Los cadáveres fueron trasladados a la morgue del hospital de Azilal, que también se ha encargado del tratamiento de los heridos.
En las imágenes publicadas en los portales de noticias marroquíes se puede ver una vieja furgoneta de color azul prácticamente destrozada, como si estuviera depositada en un desguace, lo que da idea de la violencia del impacto. Las autoridades locales han abierto una investigación, bajo la supervisión del fiscal de distrito, para esclarecer las causas del siniestro.
Tras darse a conocer la noticia, en las redes sociales de Marruecos han aparecido numerosas críticas respecto al estado de las carreteras secundarias en el país, sobre todo en las zonas montañosas de la cordillera del Atlas, donde no este tipo de accidentes no son extraños. En concreto, los internautas se han quejado de que en numerosos puntos de las carreteras, apenas hay espacio para la circulación de dos vehículos en sentido inverso, así como de la falta de barreras de protección en la mayor parte del trayecto para evitar caídas fatales como la de este domingo.
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