El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha incorporado las cifras del Censo de Población y Viviendas de 2021 a la Encuesta de Población Activa (EPA) de los últimos tres años (frente al censo de 2011 que se venía utilizando), lo que ha supuesto una revisión de los datos del mercado laboral de estos tres ejercicios. Así, con esta actualización de los datos censales —que incrementan la población residente en hogares familiares en 337.600 personas— las magnitudes más importantes del comportamiento del mercado laboral el pasado año experimentaron los siguientes cambios.
El primero de ellos afecta al número de ocupados, que al término del pasado año fue de 21.389.700, lo que supuso 142.800 más los trabajadores existentes en España calculados en la última EPA, que se conoció el pasado 26 de enero, y que cifraba este colectivo en 21.246.900. Si bien, dado que las cifras de 2022 también se revisaron, la creación neta de empleo en 2023 fue algo menor a la calculada inicialmente, pasando de 783.000 nuevos ocupados a 749.000 (34.000 menos que los estimados a finales de enero). De esta forma, para que el número total de trabajadores haya aumentado a final del año pasado como lo hizo con esta revisión, la creación neta de empleo de 2023 fue algo peor, pero resultó mejor a la estimada inicialmente en 2021 y 2022.
Los otros dos indicadores restantes que se usan para determinar el desempleo de la economía española (número de activos y parados) también experimentaron ligeros cambios, que elevaron la tasa de paro cuatro centésimas del 11,76% al 11,8%. Así, el número de activos totales (personas en edad y disposición de trabajar tengan o no un empleo) también se incrementó hasta los 24.250.600 personas, 173.200 más respecto al calculo de la serie antigua. Y, al igual que lo ocurrido con los ocupados, el aumento neto de activos en 2023 fue de 528.300 en lugar de los 589.600 publicados en la EPA de finales de enero (61.300 menos). A esto se une que en la nueva base poblacional el número de inactivos se sitúa en 229.000 personas más de lo que se había estimado para el cuarto trimestre de 2023. Así, la tasa de actividad descendió ligeramente del 58,9% al 58,8%.
Mientras que, por el contrario, el número total de parados del pasado año fue algo superior al contabilizado con la base censal de 2011, registrándose 2.860.800 desempleados, frente al 2.830.600 de la última EPA conocida (30.300 más). Pero tras operar los cambios de los tres últimos años, el saldo neto del desempleo en 2023 fue algo mejor, con 220.800 parados menos en el pasado ejercicio, frente los 193.400 calculados previamente.
En definitiva, estas revisiones indican en términos globales que el número total de activos y ocupados es mayor con las nuevas cifras de población, aunque estas mejoras se repartieron en los tres últimos años en mayor intensidad, dejando los aumentos de estos dos indicadores en 2023 ligeramente por debajo de lo calculado en la última EPA. En cuanto al desempleo, la nueva cifra oficial de parados es peor que la anterior, a pesar de que en el último año se recortara más el desempleo de lo calculado con el censo de 2011.
Desde el INE han explicado que “la publicación de nuevas series de cifras de población obliga a revisar los datos de las encuestas de hogares, que se basan en estos totales poblacionales. Este es un procedimiento habitual, previsto en la propia metodología de la encuesta y recomendado por la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat)”. Además, añaden que no es una revisión que afecte exclusivamente a la EPA, sino que es común a todas las encuestas de hogares en casi todos los países de la UE y se realiza cada decenio. “En el caso español, con la entrada en vigor de los nuevos censos anuales ya no serán necesarias estas actualizaciones decenales de la EPA en el futuro”, indican desde la oficina estadística española.
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