Con la próxima reunión de la Reserva Federal en el horizonte, el consenso es claro: esta vez no se esperan cambios en los activos de interés. Debe ser un deseo de evaluar más plenamente la situación macroeconómica durante un largo período de estabilidad. Sin embargo, esta reunión podría ser crucial para los mercados, ya que el presidente Jerome Powell podría utilizarla para preparar a los inversores para posibles informes en septiembre.
Los últimos datos económicos, incluidos el mercado laboral, la inflación y el PIB, sugieren que es necesario reducir las expectativas más rápidamente. A pesar de esto, la fortaleza económica y la inflación persistente mantienen a la Reserva Federal en una postura restrictiva. Los mercados esperan ahora al menos tres entre septiembre y diciembre de 2024, con un objetivo de entre el 3,75% y el 4%.
La reunión de Giulio es vital para los mercados ya que cualquier comentario de Powell podría afectar las expectativas futuras. Aunque antes de que la Reserva Federal dejara las medidas sin cambios, las autoridades monetarias mostraron paciencia y esperaron señales claras de enfriamiento de la economía y la inflación antes de implementarlas.
Los datos actuales reforzaron la idea de que la Reserva Federal podría comenzar a endurecer sus políticas en su reunión de septiembre, particularmente con la publicación de indicadores que muestran una desaceleración económica. La inflación también ha mostrado signos de moderación, lo que podría facilitar una decisión favorable sobre la reducción de impuestos.
Pese al consenso de que no habrá cambios en julio, algunos analistas sugieren que se debería comunicar con mayor claridad sobre las decisiones futuras. Sin embargo, la mayoría coincide en que la Reserva Federal se encuentra en una posición difícil y que cualquier cambio debe considerarse cuidadosamente para evitar consecuencias negativas para la economía.