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La economía de España y global se desacelera según la OCDE por el proteccionismo creciente

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento económico global y para España, atribuyendo esta desaceleración al aumento del proteccionismo, el endurecimiento de las condiciones financieras y la creciente incertidumbre política.

Según el informe más reciente, se espera que la economía global crezca un 2.9% en 2025 y 2026, una disminución respecto al 3.3% registrado en 2024. Esta revisión a la baja se debe principalmente a las políticas arancelarias impulsadas por la administración del presidente estadounidense Donald Trump, que han generado incertidumbre en los mercados y afectado negativamente la inversión y el comercio internacional.

En Estados Unidos, las políticas de tarifas han disminuido las expectativas de crecimiento al 1.6% para 2025 y al 1.5% para 2026, en comparación con el 2.8% anteriormente anticipado. Estas acciones han incrementado el costo de las importaciones y han complicado la operatividad de las cadenas de valor, impactando la inversión privada y el sector manufacturero.

China, el segundo gran afectado por la reciente ola proteccionista, también sufre consecuencias. Su economía tendrá un crecimiento del 4.7% en 2025 y del 4.3% en 2026, comparado con las expectativas previas del 5.0% y 4.7%. La nación asiática experimenta una desaceleración estructural, ahora empeorada por el declive de su comercio internacional y una inversión interna afectada por la incertidumbre.

En Europa, la situación es más diversa. En todo el bloque, las proyecciones de marzo se mantienen, con un aumento del PIB del 1.0% en 2025 y un 1.2% en 2026. Alemania, motor exportador del continente, continúa atrapada en una dinámica de crecimiento lento: solo un 0.4% en 2025 y un 1.2% en 2026. Francia, por su lado, experimentará un crecimiento del 0.6% en 2025 y del 0.9% en 2026.

España, a pesar de las reducciones, conserva un crecimiento moderadamente estable del 2.4% en 2025 y del 1.9% en 2026, favorecida por el gasto de los consumidores y el sector turístico. Sin embargo, la disminución en las exportaciones debido al efecto en la demanda global y las tarifas impuestas por Estados Unidos influirá de manera adversa en la economía de España. La OCDE enfatiza la importancia de un ajuste fiscal para afrontar retos estructurales como el envejecimiento demográfico y el cambio hacia una economía más verde.

En cuanto a la evolución de los precios, se prevé que la tasa de inflación general alcance el 1.9% en 2026. Esta caída estará causada por la bajada de los precios de los alimentos y la energía y la limitación de las presiones salariales. Por su parte, la tasa de paro continuará bajando, hasta caer al 10.1% el año que viene.

La OCDE señala que el incremento de obstáculos comerciales y la falta de certeza sobre las políticas económicas y mercantiles están obstaculizando el desarrollo económico en vez de fomentarlo. La entidad recalca que las entidades bancarias centrales deben mantenerse alertas debido a la creciente incertidumbre y a la posibilidad de que las subidas iniciales en los costes comerciales puedan impulsar presiones sobre salarios y precios de manera más amplia.